Ver el listado de convocados para la última etapa de la preselección juvenil de Chaco y no ver en ella el nombre de Juan Marcos Tungui Ferraris, llama la atención.
Al ser consultado al respecto, su técnico de Regatas -Marcelo González- acotó : «Quedó afuera, porque el fin de semana pasado, cuando se entrenó en Resistencia, fue el sábado y el domingo no pudo ir porque estaba enfermo».
Una expresión que coincide con la del padre del jugador quien sostuvo que «faltó a una práctica y lo cortaron, aducen que no demostraba interés. Al Tungui, ésto lo mató».
Y volviendo sobre el listado que se dio a conocer recientemente, la pregunta surge sola ¿Tan malo fue que haya faltado a una práctica -y con justificativo además-?
Porque si NO es así, hay que volver a mirar lo que sucedió hace unos años atrás cuando se dejó fuera de un seleccionado de la misma categoría a dos figuras como Martín Cequeira y Nicolás Boeri y así le fue a Chaco en el torneo que luego jugó.
El técnico de entonces, Raúl Aguilar -cubano que desde hace años está radicado en Charata-, adujo en su momento algo parecido a lo que se dice ahora de Ferraris, cosa que fue terminantemente desmentida luego en una nota que le hizo LA VOZ DEL CHACO a Nicolás Boeri, cuando regresara al Chaco cargado de logros en el difícil básquet bonaerense.
Pero volviendo al tema de Tungui Ferraris, lo cierto es que al marginarlo se está dejando de lado a un jugador que, al contrario de la mayoría de sus congéneres de este preseleccionado, ya tiene sobre sus espaldas una gran experiencia, incluída la de jugar actualmente como base inicial de Regatas en un duro torneo como lo es la ex Liga Nacional «C».
¿Chaco puede darse ese lujo? Creo que no.
Por Silvio Buittoni, publicado en La Voz del Chaco
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